domingo, 15 de mayo de 2011

ENSAYO SOBRE EL ABORTO Y LA ÉTICA CRISTIANA


     El propósito de este ensayo es analizar las causas y consecuencias del aborto a la luz de la ética cristiana.
     El aborto se presenta como la salida a un problema, cuando la mujer queda embarazada en condiciones no buscadas ni deseadas, bien sea por ser concebida la criatura como producto de una violación, sexo precoz en parejas adolescentes, producto de relaciones adulterinas, relaciones inestables o simplemente por factores económicos o sociales que conciben el nacimiento de la criatura como inconveniente.
     Algunas personas consideran la concepción de la vida como algo trivial o banal, se preguntan ¿Que se necesita para la construcción de una vida? un hombre, una mujer, un espermatozoide y un óvulo; y ya el proceso estaría casi completo, solo le faltaría añadir un si lo quiero o un no lo quiero.
     Luego de decidir que no se quiere la procreación de este ser, comienza el siguiente dilema: ¿cómo hago para desaparecer el problema? y entonces aparecen las “soluciones”; cuando digo “soluciones” me refiero a los tipos de aborto como lo son: envenenamiento salino, succión, dilatación y curetaje y el famoso  D Y X que se practica a las 32 semanas de fecundado el feto.
     A pesar de su ilegalidad en Venezuela, el aborto es una de las operaciones más frecuentes y lo peor es que no importa el valor de las intervenciones las mujeres hacen lo que sea para pagarlas, pareciese que Satanás a dominado sus mentes  impulsándolas a cometer ese acto, parece que no fueran conscientes  de que el ser que llevan dentro vive y siente, los hombres involucrados en estos casos se comportan de igual manera indolentes y muchas veces hasta ejercen presión sobre la mujer y son ellos quienes financian estas prácticas abortivas, quizás las presiones sociales, en su familia o en su entorno les obligan a actuar de esta manera, truncando la vida a una criatura antes de nacer.
     Es la forma de ser de las personas que no tienen a Cristo en su corazón, por sus costumbres y su sistemas de valores los que conllevan a estas personas a actuar de esta manera, tal vez si ellos se preguntaran ¿a caso me hubiese gustado que me impidieran vivir? ¿Qué hubiera sido de mi, si mis padres hubieran tomado la decisión de terminar con mi existencia antes de nacer?.
     Lo más aterrador del asunto es ver que la mayoría de abortos son provocados por mujeres jóvenes, y lo peor es que existiendo tantos métodos de planificación natural familiar (PNF) que no contravienen la vida, es decir no son abortivos las estadísticas de embarazos no deseados aumenten en vez de disminuir.
     El aborto pone en peligro no solamente la vida del feto sino también la de la madre, ya que es mas riesgoso que un embarazo o un parto; pero esto parece no atemorizar a las mujeres ya que hoy en día es mas atemorizante traer un hijo al mundo y no tener que ofrecerle a el hecho de morir o probablemente nunca tener de nuevo la oportunidad de ser madres.
     Un aborto no es una solución, después de que ha sido efectuado viene el cargo de conciencia; y aparecen las siguientes preguntas: ¿será que hice bien o hice mal?, ¿sería niño o niña? entre otras cosas, el trauma psicológico ocasionando a la mujer y no solo esto, sino cuando la mente no ha madurado se llega a las situaciones extremas, pasando por un estado de depresión que en muchos casos llega al suicidio; sobre todo cuando la mujer ha sido presionada por un tercero, lo que indica que probablemente ella no lo quería hacer pero se vio obligada y luego se siente responsable de esa muerte .
     Más allá de las consecuencias físicas y psicológicas que puede ocasionar la práctica de un aborto, existen repercusiones y consecuencias espirituales, que el hombre y la mujer un día tendrá que enfrentar cuando tenga que comparecer delante del trono de Dios para dar cuenta, por su vida.
     La biblia señala que disponer de la vida de otra persona es una flagrante violación a la ley de Dios Exodo 20:13 “No mataras” la falta de confesión y arrepentimiento de esta violación de la ley de Dios acarrea un juicio de condenación eterna Apocalipsis 21:8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.
     Las legislaciones de los países cambian continuamente y especialmente los países desarrollados han incluido como un derecho de la mujer decidir si quiere dar a luz a su hijo o no, de acuerdo a algunos parámetros establecidos y contemplados en estas novedosas leyes, pero bien lo dice la biblia a cerca de la justicia de los hombres Isaias 64:6 “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”, los hombre y mujeres de las naciones podrán aprobar leyes abortistas y podrán darle un marco legal para justificar el asesinato de millones de niños y niñas anualmente, relativizando su moral y su ética a sus creencias, pero para Dios siempre será aborrecible y abominable la práctica del aborto.
     De manera que cualquier persona que haya cometido este horrible pecado, deberá buscar el perdón y la salvación en Cristo Jesús nuestro señor,  el cual es grande en misericordia y lento para la ira.
     Nosotros como ministros del evangelio de Jesucristo hemos sido llamados para restaurar estas vidas marcadas por el sufrimiento y la desgracia en sus vidas, somos llamados a ministrarles con el amor de Jesús, entendiendo primeramente que son humanos, que tienen un sistema de creencias ético moral no ajustado a las sagradas escrituras y que necesitan, de nosotros como sal de la tierra y luz del mundo, le anunciemos palabras de amor y de libertad a aquellos que están preso del remordimiento y la culpa, de manera de guiarles a la reconciliación con nuestro Señor.


Escrito por Miguel Luis

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